Palson CX-340
6 de febrero de 2009 por cogolloEste martes Edu vino a cenar a casa. Como la opulencia de nuestras cenas, al parecer, es legendaria, se vio impelido a traer una ofrenda. Su ofrenda (que aceptamos graciosamente) fue una Palson cx 340.
Probablemente Edu te suene porque fue él quien hizo las fotos durante nuestros talleres en la facultad de físicas. Más probablemente Palson CX-340 no te suene de nada. Es un nombre que viene de antes de que las consolas tuvieran nombres grises y anodinos, con palabras como “Play”, “Game” o incluso “Entertainment”. De cuando en la industria del entretenimiento electrónico se llebaban nombres dinamicos y proactivos, con números grandes (y me refiero a números de al menos tres cifras, no birrias como “32” o “64”). Tenías la Atari 2600, la Coleco Telstar Classic 604, la Hanimex 7771 y claro, la Palson cx 340.

Palson cx340 con los mandos recogidos
Ya habrás averiguado (la foto ayuda) que estamos hablando de una consola. Aunque en realidad no tiene ningún orificio/compartimento donde introducir juegos. Sólo permite jugar a los cuatro que trae preinstalados. Variantes del Pong los 4, por cierto. Pero, claro, es lo que se llevaba por aquel entonces.
Al parecer, estos artilugios vieron la luz en españa en 1977 (y supongo que alguno caería en el 78, pero no he encontrado nada al respecto) de la mano de Electrónica Ripollés, tal como atestigua la plaquita que tienen en la parte trasera. Solo para que quede claro: este trasto es 10 años más viejo que mi Spectrum. Técnicamente, es una consola de tiempos de Franco, date cuenta.

Electrónica Ripollés. Acercando el futuro a España
Aparte de los dos mandos, de los que hablaré luego, tiene 5 interruptores que permiten seleccionar respectivamente: Encendido-apagado, tamaño de las palas, velocidad de la bola, ángulo del rebote y el tipo de juego. Hasta aquí normal. Lo curioso del asunto, algo que no ves en los juegos de hoy en día, es que puedes, tranquilamente, cambiar la posición de cualquiera de esos interruptores durante la partida; los cambios se dan inmediatamente y la partida sigue como si nada.

En realidad los cables se quedan un poco cortos.
Y digo CUALQUIER interruptor. Así que si tienes un amigo cabroncete no solo verás cómo el tamaño de tu pala o la velocidad de la bola cambian de repente, tambien te puedes encontrar con que empezaste jugando a futbol y en lo que tarda la bola en ir de un lado a otro de la pantalla has pasado a jugar a tenis y luego a frontón. Y la verdad es que esa mutabilidad hace que el juego sea mucho más interesante, sobre todo cuando ya te has tomado un par de cervezas. Pero mejor echale un ojo al vídeo para hacerte una idea.
Los mandos, por su parte, sólo tienen el botón de reset (mal sitio para un botón de reset) y una rueda para mover las palas. Como era de esperar despues de más de 30 años, cuando los probamos por primera vez resultaron demasiado erráticos. Al mover la rueda las palas saltaban arriba y abajo con bastante alegría. Por eso, y porque quería ver como eran por dentro decidí abrir uno de ellos.

El potenciómetro controla la posición de la pala

El reset pone los marcadores a cero
Como ves, no hay nada complicado ahí dentro. El botón de reset simplemente empuja una chapilla que cuando hace contacto con el cable amarillo resetea la máquina y la rueda esta engarzada en un potenciómetro (oséase, una resistencia variable). La máquina mide esa resistencia y según el valor que tenga pone la pala en un punto u otro de la pantalla. Y ya está.
Así las cosas, me imaginé que la culpa de los saltos la tendría el potenciómetro. Verás, un potenciómetro es basicamente un semicirculo de material con cierta resistividad y dos contactos eléctricos. Uno de los contactos esta en un extremo. El otro contacto se puede desplazar a lo largo del semicírculo. De esta manera, cuanto más lejos esté del extremo más cantidad de material resistivo tendrá que atravesar la corriente eléctrica y mayor será la resistencia total. Me sigues, ¿no? Bueno, pues ese contacto que se mueve se llama cursor.
En general los potenciómetros están bien sellados, pero 30 años de mugre se acaban colando por cualquier rincón. Si se deposita roña sobre el material resistivo puede hacer que el cursor no haga buen contacto y entonces la resistencia que nos de el potenciómetro variará segun la distribución que tenga la mugre ( la cual es bastante aleatoria despues de todo).
Total, que abrí los potenciometros y los limpié bien con alcohol. Lo puse todo en su sitio de nuevo y debo decir que funciona perfectamente.

Solo tienes que levantar las pestañitas con unos alicates de punta fina para desmontarlo.

Luego hay que limpiar bien la "herradura" negra y los contactos de cobre.
Así que aquí nos tienes, toda la tarde jugando al fútbol con dos palotes.
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